Hace dos meses que tengo dolor de espalda, exactamente debajo del omóplato derecho. Este dolor se ha ido agudizando y ha llegado a mi abdomen -del mismo lado. Es un dolor nuevo para mí y, en época de coronavirus, decidí alargar mi visita al doctor. Sin embargo, he detallado mis síntomas en Google.
“Dolor punzante en el abdomen del lado derecho” he tecleado. El famoso buscador me dice que pueden ser cálculos en la vesícula o hepatitis y me detalla más síntomas: piel y ojos de color amarillo, fiebre, entre otros. Me miré al espejo varias veces jalando mis ojos hacia abajo para ver si estaban amarillos, hice memoría a ver si algún día hice fiebre y le preguntaba a mis amigos, a través de videollamada, si me veían amarilla.
Me dejé de tonterías y fui al doctor. Diagnóstico: inflamación muscular. Respiré hondo.
Google es nuestro mejor confidente. Dicen que si realmente quieres conocer a una persona debes mirar su historial de búsquedas. Además, se ha convertido en nuestro psicólogo porque buscamos en esa barra blanca hambrienta de letras una solución a lo que nos pasa. Y si escribimos nuestras dolencias físicas, esperando un diagnóstico, es nuestro peor doctor.
En estos últimos meses, según mis búsquedas, he tenido varias enfermedades. Sin duda, en el momento que lees que puedes tener alguna afección, la sugestión juega un papel importante.
La sugestión se definiría como un estado psíquico en el cual una persona experimenta sensaciones e ideas que alguien -en este caso “San Google”- le induce. En este sentido, muchos acabamos creyendo que tenemos esos cálculos en la vesícula producto de un dolor abdominal.
El poder de la mente es increíble y si no llegamos a controlarla, podemos creer estar enfermos. Podemos llegar a sentir los síntomas expuestos.
El internet nos conecta y es una fuente interminable de conocimiento, nos puede dar una idea de qué puede pasar, pero es importante ir al médico para realmente saber qué es lo que tenemos.
Las fuentes no necesariamente son confiables porque cualquier persona puede crear contenido. Los foros donde varios cuentan sus síntomas, no son de fiar porque es importante conocer su vida y su contexto familiar. Cada cuerpo es diferente.
Así que, antes de buscar en Google, anda al doctor.
Imagen: www.redaccionmedica.com
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